“La pintura es la última aventura. La euforia que obtengo al estar totalmente comprometido y presente con las herramientas y los materiales y saltar a lo desconocido... para jugar, experimentar y descubrir algo nuevo y misterioso me energiza. La idea de compartir este viaje y aventura con otros que podrían ver mi pintura en más de 300 años es increíble y afirma mi existencia. Que yo (mi pintura y los sentimientos, pensamientos e ideas que representa) los penetraré y de alguna manera los cambiaré

(Izquierdo) Esta pintura era de una vieja pintura fallida en la que Boris intentó resucitar. Construyó y organizó marcas para crear una presentación de pintura cruda. Es como un espectáculo de talentos de pintura que se exhibe girando, saltando y zigzagueando para mostrarle al espectador todo lo que puede hacer. (derecho) Creado pinchando la superficie con un pincel cargado de pintura verdosa, Boris quiso imbuir las marcas de una actitud agresiva y catártica hacia la pintura.

Esta pintura visceral se trata de descubrir las capas debajo de la superficie de manera metafórica y literal y afirmar con fuerza uno mismo dentro de la pintura. Boris disfrutó de las agresivas marcas de pincel requeridas para perforar y arrastrar su pincel sobre las capas de pintura al crear esta pintura.